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defectos_nacimientoLa mayoría de las mujeres sueña, en algún momento de su vida, con embarazarse y tener un hijo saludable. Cuando esto no es posible, se genera una búsqueda intermitente que desemboca en las famosas tecnologías de reproducción, sin imaginar que esto podría desencadenar complicaciones y ciertos defectos de nacimiento.

De acuerdo a un estudio estadounidense, las mujeres que se someten a la fertilización in vitro (FIV), y a otras tecnologías vinculadas a este fin, son más propensas a tener hijos con patologías congénitas.

Aunque los resultados son demasiado preliminares para impedir que las mujeres traten de concebir de esta manera, según el estudio, los factores de subfertilidad subyacente aumentan el riesgo de defectos de nacimiento.

Durante la investigación, encabezada por Sheree Boulet, se analizaron los datos de más de 4.6 millones de bebés nacidos en Florida, Massachusetts y Michigan (2000-2010).

Cerca de 1.4% de esos bebés, aproximadamente 65 mil, fueron concebidos a través de técnicas de reproducción. En general, los bebés concebidos de esta forma eran 28% más susceptibles a sufrir algún defecto —no hereditario— de nacimiento.

Para determinar lo anterior, se tomó en cuenta la edad de las mujeres sometidas a estos procesos (mínimo 35 años de edad), así como otros factores de salud.

Entre los bebés que nacen gracias a la transferencia de embriones frescos —estimulación con medicamentos para la fertilidad, óvulos recuperados y embriones implantados, todo dentro del mismo ciclo reproductivo— el riesgo de defectos de nacimiento fue 53% mayor.

En cuanto a la incubación asistida —métodos biomédicos que facilitan o sustituyen a los procesos naturales que se dan durante la reproducción— el riesgo de defectos de nacimiento se previó 55% mayor.

De acuerdo a los científicos, el estudio carecía de datos sobre defectos en el embarazo que evitaron el nacimiento del bebé, por lo que pudieron subestimarse los resultados.

«A pesar de que el estudio encontró diferencias en el riesgo de defectos de nacimiento, debe recordarse que la prevalencia global de estos defectos es baja», según Judy Stern, profesor de obstetricia, ginecología y patología en la Escuela Geisel de Medicina de Dartmouth en Lebanon.

 

Vía: Reuters Health