El consumo de tabaco no sólo es una de las principales causas de cáncer, infarto agudo al miocardio, males cerebrovasculares y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), sino que además afecta la vista de los fumadores y no fumadores por estar asociado al desarrollo de males como degeneración macular, cataratas y glaucoma.
Ante ello y en el marco del Día Mundial Sin Tabaco, que se celebra hoy 31 de mayo, el Consejo de Optometría México AC hizo un llamado a redoblar los esfuerzos contra esta adicción.
“En los reportes nacionales no se contemplan otros efectos secundarios no mortales, pero que tienen gran implicación en la calidad de vida de las personas, como son los trastornos y enfermedades oculares que se provocan, ya sea de manera directa o indirecta a causa del consumo de tabaco”, apuntó Nancy Espíndola Romero, optometrista del Consejo.
La experta del Instituto Politécnico Nacional (IPN) detalló que estos daños a la salud se deben al alto contenido de sustancias tóxicas que libera el cigarro en el torrente sanguíneo, que incluyen a la nicotina, el alquitrán, el formaldehído, el amoníaco, el sulfuro de hidrógeno, entre otras.
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La optometrista señaló que fumar contribuye al desarrollo o agravamiento de enfermedades oculares, como la degeneración macular relacionada con la edad, cataratas, glaucoma, retinopatía diabética y uveítis.
Recordó que la degeneración macular relacionada con la edad se produce cuando se daña la estructura de la retina denominada mácula, causando pérdida de la visión central e incapacidad para ver los detalles precisos, dificultando así diversas actividades.
“Quienes fuman tienen el doble de probabilidad de desarrollar degeneración macular que quienes no lo hacen”, afirmó Espíndola Romero.
En cuanto a las cataratas, dijo que se desarrollan cuando el cristalino se opaca e impide el paso de la luz, trayendo consecuencias que van desde vista borrosa hasta ceguera.
En el caso de glaucoma, mencionó que las personas que fuman tienen mayor riesgo de problemas en el nervio óptico, órgano que naturalmente se ve afectado por la citada enfermedad.
“El nervio óptico conecta el ojo con el cerebro, por lo que los daños que sufra pueden tener como consecuencia la ceguera”, refirió la doctora.
En lo referente a la retinopatía diabética, la optometrista indicó que se manifiesta cuando se dañan los vasos sanguíneos de la retina, propiciando desde vista borrosa hasta ceguera, que en el caso de quienes sufren diabetes es mayor.
La especialista explicó que la uveítis consiste en la inflamación de la úvea, que es la capa intermedia de la pared ocular que provoca ojos rojos, dolor y problemas de visión.
Sumado a estos padecimientos, el tabaquismo produce otras enfermedades graves como la de glándula tiroidea, que en los afectados ocasiona ojos protuberantes.
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Otro mal común consecuencia de exponerse al humo del tabaco es el ojo seco, que se presenta cuando este órgano carece de suficientes lágrimas. Asimismo, se sienten los ojos ásperos, situación que estimula el ardor, la picazón y el enrojecimiento.
En lo que respecta a las embarazadas, Espíndola Romero relató que el tabaquismo aumenta hasta cinco veces el riesgo de que sus hijos padezcan meningitis bacteriana durante la niñez, la cual produce infecciones oculares y problemas de visión.
La adicción al tabaco también aumenta el riesgo de parto prematuro, lo que, entre otras cosas, da lugar a retinopatía de la prematuridad, que puede desembocar en ceguera en los bebés.
Por lo anterior, la especialista de la visión enfatizó que frente a cada una de estas afecciones la consulta oportuna con el optometrista es fundamental, sobre todo en el caso de los fumadores.
Vía: Notimex
