El pie plano es una afección común en bebés y niños pequeños. Ocurre debido a que los tejidos que sostienen las articulaciones en el pie —llamados tendones— están flojos.
A medida que los niños crecen, los tejidos se tensan y forman un arco. La mayoría de las personas tiene arcos normales cuando son adultas. Sin embargo, es posible que 1 o 2 de cada 10 niños sigan teniendo pies planos en la edad adulta.
No se recomienda un tratamiento para los niños que no desarrollan el arco, a menos que el pie esté rígido o adolorido. Los expertos señalan que las plantillas no ayudan realmente a desarrollar un arco, y pueden causar más problemas que los pies planos en sí mismos.
Sin embargo, hay ciertas formas de esta afección que requieren tratamiento. Por ejemplo, un niño puede sentir presión del talón —tendón de Aquiles—. Esta tensión resulta en un pie plano, el cual puede tratarse con ejercicios especiales de estiramiento para alargar el tendón.
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En raras ocasiones, el niño tiene los pies planos realmente rígidos, una condición que puede causar problemas. Estos niños tienen dificultad para mover el pie hacia arriba y hacia abajo, o de lado a lado.
El pie rígido puede causar dolor y, si no se trata, puede provocar artritis. Este tipo de pie plano rígido rara vez se ve en un bebé o un niño muy pequeño. Más a menudo, se desarrolla durante la adolescencia.
Síntomas
- Dolor en el pie.
- Llagas o zonas de presión en el lado interior del pie.
- Pie rígido.
- Movimiento limitado del pie de lado a lado.
- Movimiento del tobillo limitado hacia arriba y hacia abajo.
Para tratamiento adicional, debes consultar a un cirujano ortopédico pediátrico o un podólogo. En casos graves se puede necesitar una cirugía para limpiar o reparar el tendón, o para fusionar algunas de las articulaciones del pie en una buena posición.
Vía: Healthy Children.org/ Medline Plus
