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productos-carnicos-2Quizás eres de aquellos o aquellas que tienen problemas en el hígado y dicen no poder vivir sin carne, que no cambiarían por nada unos buenos tacos al pastor, o mejor aún, los inigualables campechanos (sí, esos que llevan longaniza y bistec, o suadero y longaniza, o los tres tipos de carne), o una rica carne o chuleta asada, etc.

Si es así mejor piénsalo dos veces, pues de acuerdo con el doctor Ramón Iván de Dios Pérez, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Jalisco, una dieta libre de productos cárnicos es clave para evitar cuadros clínicos incapacitantes e incluso mortales en personas con enfermedades del hígado, ya sea cirrosis, hepatitis o insuficiencia hepática.

El médico también mencionó que otra afección del hígado, conocida como encefalopatía hepática, tiene un origen bacteriano, pero su tratamiento depende en gran medida de la alimentación.

Esta enfermedad se debe a una acumulación de sustancias químicas tóxicas como el amonio.

«Es uno de los principales motivos de consulta en urgencias durante los primeros meses del año porque los pacientes suelen descuidar lo que comen en las fiestas decembrinas, y se clasifica en cuatro niveles de gravedad que afectan tanto las funciones sistémicas como la capacidad mental», aseguró De Dios Pérez.

El experto del IMSS detalló que en un primer grado de encefalopatía hepática, la persona parece «distraída, desconoce a su familia y dice incoherencias, pero en general está consciente y lúcida».

En el grado dos el paciente está completamente desorientado, no sabe dónde está, quiénes lo rodean y es incapaz de realizar cálculos matemáticos, refirió.

Mencionó que en el tercer grado el paciente se encuentra «somnoliento y estuporoso, solo responde si lo sacuden, no está alerta, no responde solo a un estímulo verbal, y en el cuarto está en estado de coma, puede ser conectado a un equipo de ventilación mecánica».

Para evitar complicaciones que pongan en riesgo la vida, el padecimiento debe ser atendido en un hospital a partir del grado dos, pues de no hacerlo el afectado(a) podría fallecer en su hogar a causa de una broncoaspiración (que el contenido del estómago se aloje en las vías respiratorias).

Alertó que el consumo de proteína animal provoca una acumulación de amonio en el organismo que es tóxico para quienes tienen problemas de hígado y «estos pacientes no pueden metabolizar ni eliminar la sustancia, por lo que causa alteraciones del sistema nervioso central, entre otras».

Ramón Iván de Dios Pérez recomendó que la alimentación de quienes tienen encefalopatía hepática se base en proteínas de origen vegetal, sin carnes rojas ni mariscos.

Subrayó que de acuerdo a la gravedad del caso, el especialista podría permitir la ingesta de carne blanca una o dos veces a la semana, pero no de forma regular sino durante ciertos periodos.

Además, aconsejó que en caso de notar que algún familiar con antecedentes médicos que involucran al hígado altera su comportamiento, se debe estar consciente de que quizás tenga la enfermedad en grado uno.

Si se observa que la persona está desorientada “se debe buscar ayuda tempranamente, para empezar un tratamiento a base de enemas de lactosa y otros medicamentos que combatan la flora nociva y desintoxique el organismo», finalizó el especialista.

 

Vía: Notimex