Existen diferentes formas de testosterona en la sangre que pueden medirse para ayudar a diagnosticar ciertos problemas de salud, así lo señala la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

La mayor parte de tu testosterona se encuentra unida a las proteínas. Estas últimas evitan que tus tejidos usen la testosterona de inmediato, lo que permite controlar la cantidad de esta hormona en su forma «activa» en el cuerpo. La testosterona que no está unida a las proteínas se llama testosterona libre, y es la que actúa sobre tus tejidos.

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Existen tres tipos de análisis de sangre que miden las diferentes formas de testosterona:

  1. Prueba de testosterona total. Mide la testosterona libre y la testosterona unida a las proteínas. Este es el tipo de prueba más común.
  2. Prueba de testosterona libre. Mide solo la forma «activa» de la testosterona. Esta es menos común, pero puede ser útil para diagnosticar ciertas condiciones médicas.
  3. Prueba de testosterona biodisponible. Mide la testosterona libre y la testosterona que está débilmente adherida a una proteína sanguínea llamada albúmina. No es común que se realice, pero al igual que una prueba de testosterona libre, puede ayudar a diagnosticar ciertas condiciones médicas.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine