El suelo pélvico es un grupo de músculos y otros tejidos que forman un cabestrillo o una hamaca a lo largo de la pelvis. En las mujeres, mantiene el útero, la vejiga, el intestino y otros órganos pélvicos en su lugar para que funcionen correctamente.

El suelo pélvico puede debilitarse o lesionarse. Las principales causas son el embarazo y el parto. Otras incluyen tener sobrepeso, recibir radioterapia, someterse a cirugía y el envejecimiento.

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Los síntomas comunes incluyen:

  1. Sensación de pesadez, saciedad, tirones o dolor en la vagina que empeora al final del día o durante la evacuación intestinal.
  2. Ver o sentir un «bulto» o «algo que sale» de la vagina.
  3. Tener dificultades para comenzar a orinar o vaciar la vejiga por completo.
  4. Tener infecciones frecuentes del tracto urinario.
  5. Pérdida de orina al toser, reír o hacer ejercicio.
  6. Sentir una necesidad urgente o frecuente de orinar.
  7. Sentir dolor al orinar.
  8. Fugas de heces o dificultad para controlar los gases.
  9. Tener estreñimiento.
  10. Tener dificultades para llegar al baño a tiempo.

Tu proveedor de atención médica diagnosticará el problema con un examen físico, un examen pélvico o con pruebas específicas. Los tratamientos incluyen ejercicios especiales para los músculos pélvicos llamados ejercicios de Kegel. Un dispositivo de soporte mecánico llamado pesario ayuda a algunas mujeres. La cirugía y los medicamentos son otros tratamientos eficaces.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine