La pelvis sirve de soporte a la columna y es el punto de origen del movimiento del tren inferior. Está formada por el sacro, el ilion (compuesto por las crestas ilíacas), el isquion y el hueso púbico.
Cuando la columna y la pelvis se encuentran en una alineación ideal, la posición generalmente se denomina «neutral». Dicha alineación, así como una musculatura estabilizadora fuerte en esta región del cuerpo, aportan un mejor rendimiento en general y evitan lesiones físicas.
Cabe destacar que una posición neutral de la pelvis mantiene la curvatura de la zona lumbar sin que se arquee demasiado la espalda y sin que haya sensación de agarre en los flexores de la cadera. Los huesos de la cadera (cresta ilíaca anterosuperior) y el hueso púbico deben estar nivelados.
Cuando estés acostado(a) boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo, esta es la forma más fácil de comprobar si la pelvis está neutra:
- Con las palmas hacia afuera, junta las yemas de los dedos de ambas manos, con los dedos índice y pulgar tocándose para crear un triángulo.
- Descansa la base de la mano sobre los huesos de la cadera y los dedos índice sobre el hueso púbico.
- Mira tus manos. El triángulo que creaste debe estar nivelado, con el talón de los pulgares (huesos de la cadera) y las yemas de los dedos (hueso púbico) en el mismo plano. Tendrás un pequeño espacio debajo de la espalda baja.
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RECUERDA: Es importante mantener una posición neutral en la pelvis tanto como sea posible al realizar estos ejercicios. Practica usando tu respiración (específicamente la exhalación) para atraer tus abdominales hacia adentro y darle soporte a esta posición.
Si sientes mucha tensión en la parte inferior de la espalda o las caderas o si no puedes llevar el ombligo hacia la columna, inclina la pelvis hacia atrás (en una inclinación posterior, como un pliegue) para acercar la parte inferior de tu espalda al suelo y comprometer más tus abdominales.
Vía: Healthline