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Mantener un peso saludable es un desafío para muchos, pero es esencial para prevenir una serie de problemas de salud graves. Aunque ciertos factores, como la dieta y la actividad física, son conocidos para prevenir el aumento de peso, el papel del sueño a menudo se pasa por alto. 

A decir de especialistas, dormir poco puede alterar el equilibrio entre las hormonas que regulan el hambre y la saciedad, lo que puede llevar a un aumento del apetito y al consumo excesivo de calorías. Las personas que no duermen lo suficiente tienden a consumir más calorías y a recurrir a más refrigerios, lo que puede contribuir al aumento de peso.

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Otros factores que contribuyen al aumento de peso

  • El impacto del entorno. Nuestro entorno juega un papel crucial en nuestros hábitos alimenticios y de actividad física. Las comunidades y lugares de trabajo que carecen de opciones saludables de alimentos y bebidas pueden dificultar la adopción de un estilo de vida saludable. 
  • Genética y factores familiares. El sobrepeso y la obesidad tienden a darse en familias, lo que sugiere una influencia genética en el aumento de peso. Además de los factores genéticos, las familias también comparten hábitos alimenticios y de estilo de vida, lo que puede contribuir al aumento de peso en conjunto.
  • Emociones y comportamientos alimentarios. Las emociones pueden desempeñar un papel importante en nuestros hábitos alimenticios. Algunas personas tienden a comer en respuesta al aburrimiento, la tristeza o el estrés, incluso cuando no tienen hambre. Este comportamiento emocional puede contribuir al aumento de peso.
  • Medicamentos y condiciones de salud. Ciertos medicamentos, como los corticosteroides y algunos antidepresivos, pueden causar aumento de peso como efecto secundario. Además, ciertas condiciones de salud crónicas, como el síndrome de Cushing y el síndrome de ovario poliquístico, pueden ser una causa.

Recomendaciones

Para alcanzar y mantener un peso saludable, es importante adoptar un enfoque integral que incluya cambios en la alimentación, la actividad física y el manejo del estrés. Algunas estrategias clave incluyen:

  1. Consumir más alimentos ricos en nutrientes.
  2. Limitar la ingesta de alimentos y bebidas con alto contenido de calorías.
  3. Incorporar actividad física regular en tu rutina diaria.
  4. Manejar el estrés y las emociones de manera saludable.
  5. Consultar con un profesional de la salud para establecer metas realistas de peso.

Si estás luchando con tu peso o tienes preocupaciones sobre tu salud, acércate a un profesional de la salud.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos