Muchas familias deciden llevar a sus adultos mayores a asilos o residencias de asistencia, debido a que el trabajo y sus responsabilidades no les permiten prestarles la atención requerida. Si bien lo ideal es cuidarlos en casa, la ayuda de especialistas que vigilen su salud también puede ser una buena opción.

Una residencia para personas mayores —también conocidas como asilos— es un lugar para personas que no necesitan permanecer en un hospital, pero que requieren cuidados especiales. La mayoría de estos centros cuentan con personal de enfermería capacitado disponible las 24 horas del día.

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¿Cómo lograr que este cambio sea positivo?

De acuerdo con la Dirección de Enseñanza y Divulgación del Instituto Nacional de Geriatría (INGER), las personas mayores suelen reducir el espacio en donde viven al pensar que con la edad tendrán una movilidad limitada. 

Esta disminución de movilidad puede provocar problemas, como hospitalizaciones, deterioro cognitivo, caídas, sarcopenia, incontinencia fecal, repercusiones en la salud bucodental, fragilidad y cierto impacto en la salud emocional.

Recomendaciones

Lo ideal es considerar el espacio y procurar que los adultos mayores se mantengan en la comunidad a la que pertenecen, tanto en sus casas como en los entornos inmediatos, según el Instituto Nacional de Geriatría (INGER).

Si es necesario que uno de tus familiares pase tiempo en un asilo, cerciórate que el lugar cuenta con los especialistas necesarios para su cuidado. Además de vigilar el estado del lugar, toma en cuenta que en el sitio exista el apoyo de:

  1. Médicos. Tanto un médico de atención primaria, como un director médico que supervise su cuidado.
  2. Personal de enfermería. Las personas dedicadas a la enfermería están al pendiente de los pacientes y les proporcionan atención en todo momento.
  3. Farmacéuticos. Los farmacéuticos ofrecen supervisión de medicamentos y sugerencias sobre las formas más eficaces de aliviar los síntomas.

Si tienes dudas, acércate a un especialista. Tomes la decisión que tomes, intenta que tu familiar tenga una buena calidad de vida y los cuidados necesarios.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos/ Mayo Clinic/ INGER