La amígdala, un área del cerebro que maneja las respuestas emocionales, juega un papel clave en el desarrollo de los sentimientos de miedo y ansiedad.

Cuando una persona experimenta ansiedad, estrés o miedo, el cerebro envía señales a otras partes del cuerpo, las cuales le comunican al organismo que debe prepararse para luchar o huir.

El cuerpo responde, por ejemplo, liberando adrenalina y cortisol, que muchos describen como hormonas del estrés.

La ansiedad puede afectar significativamente al organismo y la ansiedad a largo plazo aumenta el riesgo de desarrollar condiciones físicas crónicas. Una de las formas en las que la ansiedad afecta el cuerpo es alterando la respiración.

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Alteraciones respiratorias

Durante los períodos de ansiedad, la respiración de una persona puede volverse rápida y superficial, lo que se denomina hiperventilación.

La hiperventilación permite que los pulmones absorban más oxígeno y lo transporten rápidamente por todo el cuerpo. El oxígeno adicional ayuda a que el cuerpo se prepare para luchar o huir.

La hiperventilación puede hacer que las personas sientan que no están recibiendo suficiente oxígeno y que se queden sin aliento. Esto puede empeorar la hiperventilación y sus síntomas, los cuales incluyen:

  • Mareo
  • Sensación de desmayo
  • Aturdimiento
  • Hormigueo
  • Debilidad

Si tienes más dudas respecto a este tema, consulta a tu médico.

 

Fuente: Medical News Today