Enterarte de que tu hijo(a) tiene escoliosis puede resultar desalentador. Por fortuna, la mayoría de los casos de escoliosis en adolescentes se pueden corregir con medios no quirúrgicos, como aparatos ortopédicos o fisioterapia.

No obstante, cuando la columna posee una curva de aproximadamente 50 grados o más, muchos médicos recomiendan la cirugía.

Generalmente y según los expertos, se recomienda la cirugía para ayudar a corregir la deformidad de la columna y ayudar a evitar futuras complicaciones médicas, como dolor crónico o daño al corazón o los pulmones. Existen algunos enfoques quirúrgicos para tratar la escoliosis, y tu cirujano determinará el mejor tratamiento según la afección de tu niño(a), pero una nueva opción que involucra el uso de imanes puede mejorar drásticamente la experiencia de algunos pacientes.

Tales imanes se utilizan específicamente cuando un cirujano determina que se deben utilizar varillas de crecimiento para ayudar a corregir la escoliosis.

Los niños menores de 10 años tienen mucho crecimiento por delante, lo que los convierte en candidatos viables para el uso de las citadas varillas. Estas se unen quirúrgicamente a la columna mediante un conector. Las varillas se ajustan con el tiempo para ayudar a que la columna del niño se enderece.

Una vez corregida la escoliosis, se retiran las varillas de crecimiento y se realiza un procedimiento de fusión espinal para fusionar las vértebras curvadas y evitar una mayor progresión de la escoliosis.

Conoce más: Escoliosis, ¿cuál es su relación con el dolor de espalda al respirar?

¿Dónde entran los imanes?

Comúnmente, cuando se utilizan varillas de crecimiento, los niños tienen que pasar por varias cirugías repetidas.

Se realiza una cirugía inicial para implantar las varillas, después cada seis meses a un año el menor tiene que regresar al quirófano para alargar las varillas. Esto puede suceder durante un período de cuatro a cinco años en un niño.

De acuerdo con los especialistas, no sólo es doloroso para el niño, sino que la recuperación de cada cirugía lleva algunas semanas y el tejido cicatricial se acumula con el tiempo, provocando manchas y cicatrices rígidas y duras en la piel. Ahora existe un sistema magnético donde después de la cirugía inicial, las varillas se pueden ajustar de manera externa, sin incisiones adicionales. Es mínimamente invasivo, completamente indoloro y tu hijo(a) puede volver a sus actividades normales inmediatamente después de sus breves citas con el médico.

Las varillas magnéticas deben retirarse quirúrgicamente una vez que la curva se corrige por completo y se produce la fusión espinal final, como se ve tradicionalmente, pero el proceso es dramáticamente distinto.

 

Fuente: Hackensack Meridian Health