El té de manzanilla se ha utilizado tradicionalmente en culturas de todo el mundo, desde Rusia hasta China y Gran Bretaña. El té es bien conocido por sus capacidades calmantes y relajantes.

Se sabe que esta bebida contiene apigenina, una sustancia química que se une a los receptores del cerebro y provoca somnolencia y relajación. Esto la convierte en una excelente ayuda natural para combatir el insomnio y otros trastornos del sueño.

Un estudio de 2017 que evaluó a 60 adultos mayores reveló que tomar cápsulas de extracto de manzanilla (200 mg) dos veces al día durante 28 días consecutivos produjo mejoras en la calidad general del sueño y en la latencia del sueño.

Otro estudio realizado en 2017 encontró que la administración oral de extracto de manzanilla posee propiedades sedantes en adultos mayores hospitalizados, lo que resultó en un incremento en la calidad del sueño.

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Un estudio del 2015, que analizó los efectos de beber té de manzanilla en madres primerizas con trastornos del sueño y depresión, encontró puntuaciones significativamente más bajas en los problemas de sueño relacionados con síntomas físicos en comparación con aquellas que no bebían té de manzanilla.

Una revisión y un metanálisis del 2019 descubrieron que la manzanilla tenía un efecto positivo significativo en la calidad del sueño y en el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), pero no en el insomnio.

Según los expertos, es mejor consumir té de manzanilla unos 45 minutos antes de acostarse para disfrutar del mayor beneficio respecto a la calidad del sueño.

 

Fuente: Healthline