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Una noche ocasional de falta de sueño generalmente no tendrá un impacto grave en tu salud. No obstante, los expertos han relacionado la privación continua del sueño con graves consecuencias para la salud, incluyendo un mayor riesgo de enfermedades crónicas y de muerte prematura.

La privación del sueño puede tener impactos en la salud física, emocional y cognitiva a corto y largo plazo.

Impactos físicos

Para la mayoría de las personas, una noche de sueño deficiente puede provocar efectos físicos notables, que incluyen:

  • Somnolencia
  • Dolor de cabeza
  • Círculos oscuros debajo de los ojos
  • Piel pálida

La privación del sueño a largo plazo puede tener un efecto más grave en tu salud física, dando lugar a:

  • Inmunidad reducida, lo que puede dificultar que tu cuerpo combata las infecciones.
  • Cortisol alto, que puede contribuir a que desarrolles presión arterial alta y otros problemas de salud.
  • Aumento del apetito y antojos de azúcar y carbohidratos.
  • Cambios de peso.
  • Signos de envejecimiento, incluyendo arrugas, líneas finas y pérdida de elasticidad de la piel.
  • Inflamación crónica.

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Impactos en la salud mental y emocional

Sin duda, una noche de mal sueño puede afectar tu estado de ánimo al día siguiente.

Cuando no duermes lo suficiente, es más probable que:

  • Te sientas irritable y de mal humor
  • Tengas cambios de humor abruptos y dificultad para manejar las emociones
  • Te cueste trabajo afrontar el estrés

Asimismo, la falta de sueño puede empeorar las afecciones relacionadas con la salud mental, como la depresión, la ansiedad, la paranoia y las alucinaciones.

La privación del sueño también se ha relacionado con los síntomas de algunas enfermedades mentales, que incluyen:

  • Depresión
  • Trastornos de ansiedad
  • Trastorno bipolar
  • Trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH)

 

Fuente: Healthline