La neumonía es una infección que se presenta en uno o ambos pulmones. Esta hace que los alvéolos de dichos órganos se llenen de líquido o pus. Puede variar de leve a grave, según el tipo de germen causante de la infección, la edad y el estado general de salud de la persona.

Las bacterias son la causa más común. La neumonía bacteriana puede ocurrir por sí sola. También puede desarrollarse después de haber tenido ciertas infecciones virales, como un resfriado o gripe.

Asimismo, los virus que infectan las vías respiratorias pueden causar neumonía viral. Esta suele ser leve y desaparece por sí sola en unas pocas semanas.

Conoce más: Neumonía viral, lo que debes saber

Cabe señalar que cualquier persona puede contraer neumonía, pero los siguientes factores pueden aumentar tu riesgo:

  • Edad. El riesgo es mayor para los niños menores de 2 años y los adultos mayores de 65 años.
  • Exposición a ciertos productos químicos, contaminantes o vapores tóxicos.
  • Hábitos de estilo de vida, como fumar, consumir mucho alcohol y sufrir desnutrición por mala alimentación.
  • Estar en un hospital, especialmente si te encuentras en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Estar sedado y/o conectado a un ventilador aumenta aún más el riesgo.
  • Tener una enfermedad pulmonar.
  • Tener un sistema inmunológico debilitado.
  • Tener problemas para toser o tragar, debido a un derrame cerebral u otra afección.
  • Haber tenido recientemente un resfriado o una gripe.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine