La rehabilitación física es el cuidado que se recibe para recuperar, mantener o mejorar las capacidades que se necesitan en la vida diaria. Estas capacidades pueden perderse por una enfermedad o lesión, también como un efecto secundario de un tratamiento médico.

Algunas de las causas más comunes por las que se requiere este tipo de apoyo incluyen: lesiones, infarto cerebral, infecciones graves, cirugía mayor, efectos secundarios de tratamientos médicos; ciertos defectos congénitos o trastornos genéticos, trastornos del desarrollo y dolor crónico, incluyendo de espalda y cuello.

¿Cuál es el objetivo de la rehabilitación?

El objetivo general de la rehabilitación es ayudar a recuperar las capacidades e independencia del paciente. Pero las metas específicas son diferentes para cada persona. Ellas dependen de la causa del problema, si la causa continúa o fue temporal, qué capacidades se perdieron y qué tan grave es el problema. Por ejemplo:

  • Una persona que sufrió un derrame cerebral puede necesitar rehabilitación para poder bañarse o vestirse sin ayuda.
  • Una persona activa que tuvo un ataque cardíaco puede requerir rehabilitación cardíaca para volver a hacer ejercicio.
  • Alguien con una enfermedad de pulmón puede tener rehabilitación pulmonar para respirar más fácilmente y mejorar su calidad de vida.

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Un equipo de diversos especialistas de salud se encargará de ayudarte en tu programa de rehabilitación. Ellos podrán ayudarte a establecer necesidades, metas y un plan de tratamiento.

Dependiendo de tus necesidades, puedes tener rehabilitación en la oficina, en un hospital o en un centro de rehabilitación para pacientes internados. En algunos casos, puede ser en casa. Si recibes atención en tu hogar, asegúrate de contar con familiares o amigos que puedan ayudarte.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos