La palidez es una pérdida anormal del color de la piel normal o de las membranas mucosas.

A menos que la piel pálida esté acompañada de labios, lengua, palmas de las manos, el interior de la boca y el revestimiento de los ojos, probablemente no sea una afección grave y no requiera tratamiento.

La palidez general afecta a todo el cuerpo. Se aprecia más fácilmente en la cara, el revestimiento de los ojos, el interior de la boca y las uñas. La palidez local suele afectar a una sola extremidad.

La facilidad con la que se diagnostica la palidez varía según el color de la piel y el grosor y la cantidad de vasos sanguíneos en el tejido debajo de la piel. A veces, es solo un aclaramiento del color cutáneo. La palidez puede ser difícil de detectar en una persona de piel oscura, por lo que solo puede detectarse revisando el revestimiento de los ojos y la boca.

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Causas

La palidez puede ser el resultado de una disminución del suministro de sangre hacia la piel. También puede deberse a una disminución del número de glóbulos rojos (anemia). La palidez cutánea es distinta a la pérdida de pigmento de la piel, pues la primera está relacionada con el flujo sanguíneo más que con el depósito de melanina en la piel.

Con base en lo anterior, la palidez puede deberse a:

  • Anemia (pérdida de sangre, mala nutrición o enfermedad subyacente)
  • Problemas con el sistema circulatorio
  • Shock
  • Desmayo
  • Congelación
  • Niveles bajos de azúcar en sangre
  • Enfermedades crónicas (a largo plazo) que incluyen infecciones y cáncer
  • Ciertos medicamentos
  • Ciertas deficiencias de vitaminas

RECUERDA: Llama a tu proveedor de atención médica o tu número de emergencias local si una persona desarrolla repentinamente una palidez generalizada, pues podría ser necesaria una acción de emergencia para mantener una circulación sanguínea adecuada.

También llama a tu médico si la palidez va acompañada de dificultad para respirar, sangre en las heces u otros síntomas inexplicables.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine