El tratamiento para el asma depende de la gravedad de los síntomas. Si tienes asma grave, es probable que ya estés tomando medicamentos para controlar tu afección a largo plazo. También podrías estar usando un inhalador de rescate, teniéndolo a la mano en caso de que se presente un ataque.

Los ataques de asma severos no responden al tratamiento regular del asma, por lo que se requiere tratamiento médico de emergencia si tus medicamentos de rescate no funcionan. En la sala de emergencias, tu equipo médico puede:

  • Usar una prueba llamada oximetría de pulso para saber cuánto oxígeno hay en tu sangre.
  • Medir tu flujo espiratorio máximo (PEF, por sus siglas en inglés) para determinar cuánto y qué tan rápido exhalas.
  • Tomar una medición de óxido nítrico para determinar la inflamación del tubo bronquial.
  • Medir tu volumen espiratorio forzado con una prueba de espirometría.
  • Realizar una radiografía de tórax.

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Una vez que tu médico confirme que estás teniendo un ataque de asma grave, es posible que te administre uno o más de los siguientes medicamentos:

  • Albuterol, un aerosol o polvo inhalado.
  • Ipratropio, un tipo de broncodilatador inhalado que se utiliza cuando los inhaladores de rescate, por sí solos, no son suficientes.
  • Corticosteroides orales o intravenosos para controlar la inflamación.
  • Oxígeno.
  • Una dosis única de sulfato de magnesio intravenoso.
  • Máquinas de intubación para ayudarte a respirar.

 

Fuente: Healthline