De acuerdo con la North American Spine Society (NASS), los injertos óseos (o de hueso) son huesos que se trasplantan de un área del esqueleto a otra para ayudar en la curación, el fortalecimiento o la mejora de la función. Los materiales óseos o similares utilizados en los injertos óseos pueden provenir de ti mismo(a), de un donante o de una fuente artificial. En la mayoría de los casos, se utilizan para llenar un espacio vacío que puede haberse creado en o entre los huesos de la columna por enfermedad, lesión, deformidad o durante un procedimiento quirúrgico como la fusión espinal.

Los injertos óseos que se trasplantan directamente de un área del esqueleto de un individuo a su propia columna vertebral se denominan injertos óseos autógenos o autoinjertos óseos. La mayoría de las veces, tales injertos son los preferidos por los médicos. El hueso del injerto se extrae o toma de los huesos de la cadera, las costillas o la pierna. El hueso de autoinjerto es uno de los más seguros de utilizar debido al bajo riesgo de transmisión de enfermedades. También ofrece una mejor oportunidad de aceptación y efectividad en el sitio del trasplante, ya que contiene la mayor cantidad de proteínas y células de crecimiento óseo propias del paciente.

Conoce más: Infección en los huesos, ¿por qué ocurre y cómo detectarla?

El injerto de hueso que proviene de un donante se le llama aloinjerto óseo. El hueso de aloinjerto suele provenir de bancos de huesos que extraen el hueso de cadáveres. Los tipos de aloinjerto óseo utilizados para la cirugía de columna incluyen el fresco congelado y el liofilizado. El hueso se limpia y desinfecta para reducir la posibilidad de transmisión de enfermedades del donante al receptor. Sus ventajas incluyen la eliminación del sitio quirúrgico de extracción, el dolor posoperatorio relacionado y el gasto adicional de un segundo procedimiento quirúrgico.

No obstante, debido a que el aloinjerto posee algunos inconvenientes, los científicos han buscado durante mucho tiempo materiales que puedan usarse en lugar del hueso trasplantado. Aunque la mayoría de los sustitutos disponibles poseen algunas de las propiedades positivas del autoinjerto, ninguno brinda todos los beneficios de injertar el propio hueso de la persona. Los materiales sustitutos más populares son:

  • Matriz ósea desmineralizada (DBM)
  • Cerámica
  • Coral
  • Compuestos de injerto
  • Proteínas morfogenéticas óseas

Si deseas saber más sobre los injertos de hueso, consulta a tu médico.

 

Fuente: North American Spine Society