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La fibrosis retroperitoneal es un trastorno en el que se produce inflamación y tejido cicatricial extenso (fibrosis) en la parte posterior de la cavidad abdominal, detrás de la membrana que rodea los órganos del sistema digestivo (el peritoneo). Dicha área se conoce como el espacio retroperitoneal. Este tipo de fibrosis puede ocurrir a cualquier edad, pero aparece con mayor frecuencia entre los 40 y los 60 años.

El tejido inflamado característico de la fibrosis retroperitoneal generalmente causa un dolor que aumenta gradualmente en la parte inferior del abdomen, la espalda o el costado. Otros síntomas surgen debido al bloqueo del flujo sanguíneo hacia y desde varias partes de la región inferior del cuerpo, debido al desarrollo de tejido cicatricial alrededor de los vasos sanguíneos.

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La fibrosis suele desarrollarse primero alrededor de la aorta, que es el vaso sanguíneo grande que distribuye la sangre desde el corazón hasta el resto del cuerpo. También pueden estar involucrados otros vasos sanguíneos, incluyendo la vena cava inferior, que devuelve la sangre desde la parte inferior del cuerpo hasta el corazón. La obstrucción del flujo sanguíneo hacia y desde las piernas puede provocar dolor, cambios de color e hinchazón en estas extremidades. El deterioro del flujo sanguíneo en los intestinos puede causar la muerte (necrosis) del tejido intestinal, dolor intenso y sangrado excesivo (hemorragia). En los hombres, la reducción del flujo de sangre hacia el corazón (flujo venoso) puede ocasionar inflamación del escroto.

Debido a que los riñones se ubican en el espacio retroperitoneal, la fibrosis retroperitoneal puede provocar el bloqueo de los uréteres, que son los conductos que transportan la orina desde cada riñón hasta la vejiga. Tales bloqueos pueden provocar una disminución o ausencia del flujo de orina e insuficiencia renal. Cuando los riñones fallan, se acumulan sustancias tóxicas en la sangre y en los tejidos, lo que da lugar a náuseas, vómitos, pérdida de peso, picazón, conteo bajo de glóbulos rojos (anemia) y cambios en la función cerebral.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine