La esclerosis múltiple (EM) es una afección progresiva que hace que el sistema inmunológico ataque por error las células nerviosas del sistema nervioso central. El tipo más común de EM es la esclerosis múltiple remitente-recurrente (EMRR), que es la etapa anterior a la esclerosis múltiple secundaria progresiva (EMSP).

Según los expertos, la mayoría de las personas con EMRR eventualmente desarrollarán un curso de progresión secundaria que implica un empeoramiento gradual de los síntomas con el tiempo.

Con la EMRR, una persona experimenta períodos de recaída y remisión en los que los síntomas empeoran y luego vuelven a mejorar.

Con la EMSP, las personas no notan cambios tan drásticos en los síntomas. En su lugar, pueden sentir que sus síntomas nunca desaparecen y empeoran gradualmente. Asimismo, pueden presentarse recaídas, pero es menos probable.

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La EMSP también posee dos conjuntos de clasificaciones o modificadores adicionales:

  • La EMSP activa significa que una persona experimenta recaídas o evidencia de nueva actividad de la enfermedad en una resonancia magnética. No activa significa que no hay evidencia de actividad actual.
  • La EMSP con progresión significa que una persona experimenta síntomas que empeoran con el tiempo. EMSP sin progresión significa que no hay evidencia de que la afección empeore.

Los médicos se refieren a las personas sin actividad ni progresión como si tuvieran EMSP estable.

A los especialistas puede resultarles difícil detectar cambios entre la EMRR y la EMSP debido a que el cambio se produce gradualmente.

Las personas con EMSP todavía pueden experimentar cambios y síntomas debido a la inflamación. No obstante, la enfermedad tiende a progresar de manera constante y a ocasionar daño o pérdida de nervios con el paso del tiempo.

Los médicos pueden ofrecer a las personas con EMSP tratamientos específicos para ayudar a controlar los síntomas y retardar la progresión de la enfermedad.

Es importante tratar la EM para controlar los síntomas y controlar la progresión de la enfermedad, pero no existe una cura absoluta para la EM.

 

Fuente: Medical News Today