Los expertos describen el insomnio de diferentes maneras, según sus características específicas. Por ello, a continuación te mencionamos los tipos de insomnio que han sido clasificados por la comunidad médica:

  • Insomnio agudo. Se refiere a dificultades para dormir a corto plazo que generalmente no duran más de unas pocas semanas.
  • Insomnio crónico. Se refiere al insomnio que afecta tu sueño durante 3 o más días a la semana de manera regular, generalmente durante un período de 3 meses o más.
  • Insomnio de inicio. Describe la dificultad para conciliar el sueño. Los problemas para conciliar el sueño pueden ocurrir como resultado del uso de cafeína, síntomas de salud mental u otros desencadenantes comunes del insomnio, pero también pueden desarrollarse con otros trastornos del sueño.
  • Insomnio de mantenimiento. Se refiere a la dificultad para permanecer dormido(a) una vez que te acuestas o a despertarte demasiado temprano de manera constante. Este tipo de insomnio puede relacionarse con síntomas subyacentes de salud y de salud mental, pero quedarte despierto y preocuparte por no dormir lo suficiente puede empeorarlo.
  • Insomnio conductual de la infancia. Implica problemas constantes para conciliar el sueño, negarse a ir a la cama o ambos. Los niños con esta afección a menudo se benefician al aprender estrategias para calmarse a sí mismos y seguir una rutina de sueño regular.

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El insomnio también puede ser primario (idiopático) o secundario (comórbido).

El insomnio primario no se deriva de ninguna causa clara o condición de salud o salud mental existente. El insomnio secundario, por el contrario, se relaciona con causas subyacentes, que incluyen:

  • Dolor crónico o enfermedad
  • Condiciones de salud mental como depresión o ansiedad
  • Trabajo por turnos
  • Ciertos medicamentos

 

Fuente: Healthline