La esclerosis múltiple (EM) puede desarrollarse de una sola vez, o los síntomas pueden ser tan leves que podrías descartarlos fácilmente. Tres de los primeros síntomas más comunes de la EM son:

  • Entumecimiento y hormigueo que afecta los brazos, las piernas o un lado de la cara. Estas sensaciones son similares a la sensación de alfileres y agujas que tienes cuando tu pie se duerme. Sin embargo, ocurren sin un disparador.
  • Equilibrio desigual y piernas débiles. Es posible que te tropieces con facilidad mientras caminas o realizas algún otro tipo de actividad física.
  • Visión doble, visión borrosa en un ojo o pérdida parcial de la visión. Estos pueden ser un indicador temprano de la EM. También puedes tener dolor en los ojos.
  • No es raro que estos primeros síntomas desaparezcan y regresen más tarde. Pueden pasar semanas, meses o incluso años entre brotes.

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Dichos síntomas pueden tener muchas causas diferentes. Incluso si llegas a manifestarlos, no significa necesariamente que tengas EM.

La EM remitente-recurrente (EMRR) implica claras recaídas de la actividad de la enfermedad seguidas de remisiones. Esta es más común en mujeres, mientras que la EM progresiva primaria (EMPP), en donde la función neurológica empeora progresivamente desde el inicio de los síntomas, es igualmente común en mujeres y hombres. La mayoría de los expertos cree que la EM en los hombres tiende a ser más agresiva y que la recuperación de las recaídas suele ser incompleta.

No olvides consultar a tu médico si manifiestas alguno de estos síntomas.

Fuente: Healthline