Las infecciones del oído pueden ser causadas por infecciones bacterianas, virales o fúngicas. Pero para contraer una infección del oído externo o medio depende de cómo te infectes.

Infección del oído medio

Una infección del oído medio suele comenzar con un resfriado u otro problema respiratorio. La infección se traslada a uno o ambos oídos a través de las trompas de Eustaquio. Estos tubos regulan la presión del aire dentro de tu oído. Se conectan a la parte posterior de la nariz y la garganta.

Conoce más: 6 prácticas para reducir el riesgo de infecciones del oído

Una infección puede irritar las trompas de Eustaquio y hacer que se hinchen. La hinchazón puede evitar que drenen adecuadamente. Cuando el líquido dentro de estos tubos no puede drenar, se acumula contra el tímpano.

Infección del oído externo

Una infección del oído externo a veces se le denomina oído de nadador. Esto es porque generalmente comienza como resultado del agua que queda en el oído después de nadar o bañarse. La humedad se convierte en un caldo de cultivo para las bacterias.

Si te rascas el oído externo o si irritas el revestimiento externo del oído al introducir los dedos u otros objetos en el mismo, puede producirse una infección bacteriana.

 

Fuente: Healthline