De acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (FEN), la canela es fuente de proteínas, hierro, calcio, zinc, potasio, selenio, vitaminas B6, C, fenoles y aldehidos. Asimismo, tiene altas concentraciones de fenoles y aldehidos, siendo el cinamaldehido el responsable de su peculiar olor y sabor.

Teniendo en cuenta el valor nutricional, la canela se compone de un aceite esencial que ejerce un poder antioxidante y antimibrobiano. Esta especia apenas contiene calorías, por lo que puede formar parte de una dieta equilibrada y se puede agregar sin problema en las comidas para condimentar.

Asimismo, es beneficiosa para el control de los niveles de colesterol LDL y de triglicéridos, al tiempo que contribuye a reducir la glucosa en sangre. Por si esto fuera poco, la canela se utiliza para el tratamiento de patologías digestivas. Así, es ideal para aliviar molestias en el estómago y para la estimulación del apetito. 

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¿Qué más puedes hacer para mejorar tu salud digestiva?

  • Consume probióticos.
  • Lleva una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras frescas.
  • Consume alimentos ricos en fibra.
  • Bebe diariamente entre 1.5 y 2 litros de agua.
  • Evita consumir en exceso proteínas de origen animal.
  • Combina las proteínas de origen animal con las de origen vegetal.
  • Lava adecuadamente tus manos antes de comer y luego de ir al baño.

 

Fuente: 20 minutos.es/ Medline Plus (Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos)