Los médicos pueden diagnosticar las alergias de varias maneras.

Primero, tu médico te preguntará acerca de tus síntomas y te realizará un examen físico. Te preguntará sobre cualquier cosa inusual que hayas comido recientemente y cualquier sustancia con la que hayas estado en contacto. Por ejemplo, si tienes una erupción en las manos, tu médico puede preguntarte si te pusiste guantes de látex recientemente.

Por último, un análisis de sangre y una prueba cutánea pueden confirmar o diagnosticar los alérgenos que tu médico sospecha que tienes.

Pruebas de alergia en sangre

Tu médico puede ordenar un análisis de sangre. La analizará para detectar la presencia de anticuerpos que causan alergia llamados inmunoglobulinas E (IgE). Estas son células que reaccionan a los alérgenos. Tu médico usará un análisis sanguíneo para confirmar un diagnóstico si te preocupa la posibilidad de sufrir una reacción alérgica grave.

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Prueba cutánea

Tu doctor también puede derivarte a un alergólogo para que te realice pruebas y tratamiento. Una prueba cutánea es un tipo común de prueba de alergia realizada por dicho especialista médico.

Durante esta prueba, se pincha o raspa la piel con pequeñas agujas que contienen posibles alérgenos. La reacción de tu piel se documenta. Si eres alérgico a una sustancia en particular, tu piel se enrojecerá e inflamará.

Es posible que se necesiten diferentes pruebas para diagnosticar todas tus posibles alergias.

Si tienes más dudas, consulta a un médico alergólogo.

 

Fuente: Healthline