Una resonancia magnética de la columna es una prueba que utiliza un campo magnético y pulsos de energía de ondas de radio para tomar imágenes de la columna. En muchos casos, este estudio de imagen brinda información diferente a una radiografía, una ecografía o una tomografía computarizada. Asimismo, una resonancia magnética puede mostrar problemas que no se pueden observar con otras pruebas de imagen.

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Con base en lo anterior, se realiza una resonancia magnética de la columna para:

  1. Encontrar problemas de los discos espinales, como una ruptura de disco. El estudio también puede mostrar si un disco está presionando un nervio y causando síntomas como ciática.
  2. Buscar áreas de la columna donde el canal esté anormalmente angosto (estenosis espinal) y pueda necesitar cirugía.
  3. Encontrar tumores que afecten los huesos o los nervios de la columna. Los tumores que se diseminan con mayor frecuencia hacia la columna incluyen los de próstata, mama o cáncer de pulmón.
  4. Encontrar fracturas por compresión de la columna.
  5. Verificar las áreas de inflamación articular (artritis) o pérdida ósea que se descubren durante una prueba de rayos X o una gammagrafía ósea.
  6. Buscar áreas de la columna que no tengan un buen riego sanguíneo.
  7. Encontrar una infección.
  8. Encontrar daño a los nervios causado por una lesión o enfermedad, como la esclerosis múltiple.
  9. Revisar los problemas de la columna que han estado presentes desde el nacimiento (congénitos).

 

Fuente: Michigan Medicine – University of Michigan Health