De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, una embolia pulmonar (EP) es un bloqueo repentino que se presenta en una arteria pulmonar. Generalmente, ocurre cuando un coágulo de sangre se desprende y viaja a través del torrente sanguíneo hasta los pulmones. La EP es una afección grave que puede ocasionar:

  • Daño permanente en los pulmones.
  • Niveles bajos de oxígeno en la sangre.
  • Daño a otros órganos en tu cuerpo por no recibir suficiente oxígeno.

Asimismo, la embolia pulmonar puede poner en peligro la vida, particularmente si un coágulo es grande o si se desarrollan muchos coágulos.

La causa suele ser un coágulo de sangre en la pierna, llamado trombosis venosa profunda, el cual se desprende y viaja a través del torrente sanguíneo hasta los pulmones.

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Cualquier persona puede desarrollar una embolia pulmonar (EP), pero ciertas situaciones pueden incrementar tu riesgo. Estas incluyen:

  1. Someterte a una cirugía, especialmente una cirugía de reemplazo articular.
  2. Ciertas condiciones médicas, incluyendo:
    1. Cánceres
    2. Enfermedades cardíacas
    3. Enfermedades pulmonares
    4. Un hueso roto de la cadera o de la pierna u otro traumatismo
  3. Medicamentos a base de hormonas, como terapia de reemplazo hormonal.
  4. Embarazo y parto. El riesgo es mayor durante las seis semanas posteriores al parto.
  5. No moverte durante períodos prolongados, como estar en cama durante mucho tiempo, tener un yeso o tomar un vuelo largo en avión.
  6. Edad. Tu riesgo aumenta a medida que envejeces, especialmente después de los 40 años.
  7. Historia familiar y genética. Ciertos cambios genéticos pueden aumentar tu riesgo de coágulos sanguíneos y EP.
  8. Obesidad.

 

Fuente: U.S. National Library of Medicine