De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), alrededor del 20 por ciento de las personas viven con dolor de espalda, y también es una de las razones más comunes por las que la gente consulta a un médico. Sin embargo, buscar atención médica para el dolor de espalda crónico no necesariamente conduce a la cirugía.

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Existen muchas opciones no quirúrgicas que pueden ayudarte a resolver el problema con éxito, las cuales te mencionamos a continuación:

  1. Calor y hielo. Usar una bolsa de hielo en la espalda ayuda a reducir el dolor y la hinchazón, mientras que una almohadilla térmica, una ducha o un baño caliente pueden relajar los músculos y reducir la hinchazón.
  2. Reposicionamiento del sueño. Dependiendo de la posición en la que duermas por la noche, un médico puede recomendarte que duermas con una almohada entre las rodillas o que uses una almohada para el cuerpo para mantener la columna vertebral alineada durante la noche.
  3. Medicamentos antiinflamatorios. Los medicamentos de venta libre como paracetamol o ibuprofeno pueden ser útiles.
  4. Terapia física. La fuerza central es la clave para tener una espalda saludable. Un médico puede recomendar fisioterapia que involucre diferentes estiramientos y ejercicios para fortalecer los músculos abdominales.
  5. Pérdida de peso. Las personas que cargan peso en el área del vientre a menudo sienten mucho estrés en la parte baja de la espalda. A veces, un médico derivará a un paciente a un nutriólogo para revisar el equilibrio de proteínas/carbohidratos y discutir una reducción general en la ingesta calórica, si es necesario.
  6. Meditación, acupuntura y terapia conductual. Hay una conexión mente/cuerpo cuando se trata de dolor de espalda. Si estás experimentando una situación estresante que está causando el dolor o impidiendo que tu dolor mejore, un médico puede recomendarte que pruebes la meditación, la acupuntura, las sesiones de terapia conductual u otros métodos para aliviar el estrés.
  7. Estimulación nerviosa. La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS, por sus siglas en inglés) es un procedimiento en el que se adhieren electrodos a la piel y el paciente puede encenderlos durante el día para ayudar a controlar el dolor de espalda. La idea es que si envías un estímulo que puede vencer el estímulo del dolor a la médula espinal, solo sentirás el zumbido y la sensación de hormigueo de la máquina y no el dolor.
  8. Inyecciones. La siguiente línea de defensa contra el dolor de espalda crónico son las inyecciones mínimamente invasivas que solo pueden ser recetadas por un médico en caso de que los otros enfoques no hayan funcionado. Estas incluyen:
    • Inyecciones epidurales de esteroides. Se usa una radiografía para insertar una aguja en la sección epidural de la columna.
    • Inyecciones en los puntos gatillo. Una inyección en el músculo alivia los espasmos.
    • Inyección facetaria. Consiste en poner un medicamento como la cortisona en la articulación donde hay artritis.
    • Para las personas con osteoartritis, se puede usar una técnica especial llamada ablación por radiofrecuencia, que quema el nervio de la articulación.

Si tienes más dudas sobre estos enfoques para el dolor de espalda crónico, consulta a tu médico.

 

Fuente: Hackensack Meridian Health