De acuerdo con la Clínica Mayo (Estados Unidos), la bronquitis es una inflamación del revestimiento de los bronquios que llevan el aire hacia adentro y fuera de los pulmones. Las personas que tienen bronquitis suelen toser mucosidad espesa y, en ocasiones, decolorada. La afección puede ser aguda o crónica.

En el caso específico de la bronquitis aguda, esta suele ser provocada por un virus y, generalmente ocurre después de una infección de las vías respiratorias superiores. Algunas veces, ciertas bacterias pueden causar este tipo de bronquitis, pero incluso en estos casos, NO se recomienda la administración de antibióticos y estos no ayudan a que la persona mejore.

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Por ello, aquí te mencionamos 5 puntos clave respecto a tomar antibióticos si tienes bronquitis aguda:

  1. La bronquitis generalmente es causada por un virus y, a menudo, le continúa un resfriado o una gripe. Los antibióticos generalmente no ayudan con la bronquitis aguda y pueden ser dañinos.
  2. Los expertos recomiendan no usar antibióticos para tratar de aliviar los síntomas de la bronquitis aguda si no tienes otros problemas de salud.
  3. La mayoría de los casos de bronquitis aguda desaparecen en 2 a 3 semanas, pero algunos pueden durar hasta 4 semanas. El tratamiento en el hogar para aliviar los síntomas suele ser todo lo que necesitas. Esto incluye beber líquidos, usar pastillas para la tos, evitar cosas que pueden irritar tus pulmones (como humo), descansar lo suficiente y usar analgésicos como paracetamol o ibuprofeno.
  4. Tomar antibióticos con demasiada frecuencia o cuando no los requieras puede ser perjudicial. No tomar el ciclo completo de antibióticos cuando tu médico los prescribe también puede afectar tu salud. Es posible que el medicamento no funcione la próxima vez que lo tomes cuando realmente lo necesites. A esto se le llama resistencia a los antibióticos.
  5. Los antibióticos pueden ayudar a prevenir complicaciones de la bronquitis aguda en personas que tienen otros problemas, como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), otros problemas respiratorios a largo plazo (como asma o fibrosis quística) o insuficiencia cardíaca.

 

Fuente: Mayo Clinic / CDC / Michigan Medicine – University of Michigan Health