A medida que envejecemos, nuestras mentes y cuerpos cambian. Afortunadamente, tener un estilo de vida saludable puede ayudarte a lidiar con estos cambios, al tiempo que podrás prevenir problemas de salud importantes.

Recomendaciones

1. Aliméntate sanamente. A medida que envejeces, tus necesidades nutricionales pueden cambiar. Un plan de alimentación saludable incluye:

  • Comer alimentos que te entreguen muchos nutrientes sin muchas calorías adicionales.
  • Evitar calorías vacías, como alimentos como papas fritas, dulces, productos horneados, refrescos y alcohol.
  • Comer alimentos bajos en colesterol y grasas.
  • Beber suficientes líquidos para prevenir la deshidratación.

2. Realiza actividad física regular. Estar físicamente activo puede ayudarte a mantener un peso saludable y evitar problemas crónicos de salud. Si no has estado activo, puedes comenzar lentamente y alcanzar tu objetivo. La cantidad de ejercicio que necesitas dependerá de tu edad y estado de salud.

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3. Mantén una mente activa. Muchas actividades pueden mantener tu mente activa, incluyendo el aprendizaje de nuevas habilidades, la lectura y los juegos. Busca mejorar tu salud mental al practicar meditación, técnicas de relajación o ser agradecido.

4. Desempeña un papel activo en tu atención médica. Asegúrate de realizarte chequeos regulares y los exámenes de salud que necesitas. Debes saber qué medicamentos estás tomando, por qué los necesitas y cómo tomarlos adecuadamente.

5. No fumes. Dejar de fumar es una de las cosas más importantes que puedes hacer por tu salud. Puedes reducir el riesgo de varios tipos diferentes de cáncer, ciertas enfermedades pulmonares y enfermedades cardíacas.

No lo olvides, nunca es demasiado tarde para comenzar a cuidar tu salud. Si tienes dudas sobre estos cambios o necesitas ayuda para descubrir cómo hacerlos, consulta a un profesional de la salud.

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos