El sistema linfático es una red de tejidos, vasos y órganos que trabajan juntos para mover un líquido acuoso e incoloro llamado linfa de regreso a tu sistema circulatorio (es decir, tu torrente sanguíneo), así lo indica la Clínica Cleveland, en Estados Unidos.

Cada día fluyen unos 20 litros de plasma a través de las arterias del cuerpo y de los vasos sanguíneos y capilares de las arteriolas más pequeñas. Después de entregar nutrientes a las células y tejidos del cuerpo y recibir sus productos de desecho, alrededor de 17 litros de plasma se devuelven a la circulación a través de las venas. Los tres litros restantes se filtran a través de los capilares hacia los tejidos de tu cuerpo. El sistema linfático recolecta este exceso de líquido, ahora llamado linfa, de los tejidos corporales y lo mueve hasta que finalmente regresa al torrente sanguíneo.

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Tu sistema linfático tiene muchas funciones. Las más importantes incluyen:

  1. Mantiene los niveles de líquido en tu cuerpo: como se acaba de describir, el sistema linfático recolecta el exceso de líquido que se drena de las células y tejidos en todo su cuerpo y lo devuelve al torrente sanguíneo, que luego se recircula a través de su cuerpo.
  2. Absorbe las grasas del tracto digestivo: la linfa incluye los líquidos de los intestinos que contienen grasas y proteínas y los transporta de regreso al torrente sanguíneo.
  3. Protege tu cuerpo contra invasores extraños: el sistema linfático es parte del sistema inmunológico, que produce y libera linfocitos (glóbulos blancos) y otras células inmunes que monitorean y luego destruyen a los invasores ajenos al cuerpo, como bacterias, virus, parásitos y hongos.
  4. Transporta y elimina los productos de desecho y las células anormales de la linfa.

 

Fuente: Cleveland Clinic