Si actualmente estás experimentando dolor de cualquier tipo, ya sea que apareció recientemente o llevas viviendo con él durante años, te dejamos estas formas de autoayuda que quizás no conocías y que está comprobado que pueden brindarte alivio:

1. Realiza un poco de ejercicio suave

Las actividades sencillas y cotidianas, como caminar, nadar, hacer jardinería y bailar, pueden aliviar parte del dolor directamente al bloquear las señales que lo ocasionan y llegan al cerebro.

La actividad física también ayuda a disminuir el dolor al estirar los músculos, ligamentos y articulaciones rígidos y tensos.

Es natural que dudes si el ejercicio es doloroso hasta cierto punto y te preocupa ocasionarle más daño a tu cuerpo. Pero si se te vuelves más activo(a) de manera gradual, es poco probable que causes algún daño o lesión. El dolor que sientes cuando comienzas a practicar ejercicio suave se debe a que los músculos y las articulaciones se están poniendo en forma.

A largo plazo, los beneficios del ejercicio superan con creces cualquier incremento del dolor.

Conoce más: ¿Es posible manejar el dolor sin medicamentos?

2. Respira adecuadamente

Concentrarte en tu respiración cuando sientes dolor es otra manera de ayudar a aliviarlo.

Cuando el dolor es intenso, es común empezar a hacer respiraciones superficiales y rápidas, lo que puede provocarte mareos, ansiedad o pánico. En su lugar, respira lenta y profundamente.

Esto te ayudará a que te sientas más en control y te mantendrá relajado(a), evitando que cualquier tensión muscular o ansiedad empeore el dolor que experimentas.

3. Acude con un consejero, psicólogo o terapeuta

El dolor puede ocasionarte cansancio, ansiedad, depresión y mal humor. Y dicho estado mental puede empeorar todavía más tu dolor, haciéndote caer en un ciclo de nunca acabar. Por ello, es crucial que seas amable contigo mismo(a) en tales circunstancias.

Vivir con dolor no es fácil y puedes convertirte en tu peor enemigo si eres terco(a), ya que podrías dejar de marcar el ritmo de tus actividades diarias y no aceptar tus limitaciones.

Algunas personas encuentran útil recibir ayuda de un consejero, psicólogo o hipnoterapeuta para descubrir cómo lidiar con sus emociones relacionadas o vinculadas con el dolor.

 

Fuente: National Health Service (NHS)