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piernas-inquietas.2El síndrome de piernas inquietas (SPI) es un trastorno neurológico que se caracteriza por causar sensaciones desagradables en las piernas y un impulso incontrolable de moverse cuando se está descansando, como medio para aliviar estas sensaciones. Los síntomas incluyen sensaciones de tipo quemantes, como si algo se les jalara o se les deslizara, o como si insectos treparan por el interior de las piernas. Tales sensaciones, comúnmente denominadas parestesias (sensaciones anormales) o disestesias (sensaciones anormales desagradables), varían en gravedad de desagradables a irritantes, llegando a ser dolorosas.

Lo que más distingue al trastorno es que los síntomas se manifiestan al momento de acostarse y relajarse. Esto conlleva a que la mayoría de las personas con SPI tengan dificultad para conciliar y mantener el sueño. De no recibir tratamiento, el trastorno propicia agotamiento y fatiga a lo largo del día. Muchas personas con SPI dicen verse afectadas en su trabajo, sus relaciones personales y sus actividades cotidianas, como resultado del cansancio. Asimismo, es frecuente que no se puedan concentrar, tengan la memoria deteriorada, o sean incapaces de cumplir sus labores diarias.

Tan solo en Estados Unidos, algunos investigadores estiman que el SPI afecta a cerca de 12 millones de personas. No obstante, otros consideran que esta cifra es mayor debido a la creencia de que el SPI no se diagnostica lo suficiente y, en ciertos casos, no se diagnostica adecuadamente. Algunas personas con el trastorno no buscan atención médica, pues piensan que no serán tomadas en serio, que sus síntomas son muy leves o que su problema carece de tratamiento. Existen médicos que atribuyen erróneamente los síntomas al nerviosismo, insomnio, estrés, artritis, a calambres musculares o al envejecimiento.

El SPI suele presentarse en ambos sexos, pero su incidencia es ligeramente mayor en las mujeres. A pesar de que el síndrome puede iniciar a cualquier edad, incluso en la infancia, la mayoría de los pacientes gravemente afectados son de mediana edad o adultos mayores. Asimismo, la severidad del trastorno parece incrementarse con la edad. Los pacientes mayores sufren los síntomas de manera más recurrente y durante periodos de tiempo más extensos.

Más del 80 por ciento de las personas con SPI también sufre una condición más común conocida como trastorno de movimiento periódico de una extremidad (o trastorno rítmico del movimiento durante el sueño – TRMS), el cual se caracteriza por movimientos involuntarios bruscos de las piernas (como jalones o tirones) que acontecen mientras la persona duerme, normalmente cada 10 a 60 segundos, y en ocasiones durante toda la noche. Los síntomas hacen que el paciente se despierte constantemente e interrumpen el sueño. A diferencia del SPI, los movimientos causados por el TRMS son involuntarios, por lo que la persona no tiene control sobre ellos. Aunque muchos pacientes con SPI también desarrollan el TRMS, la mayoría de las personas con TRMS no sufren de SPI.

Nadie sabe exactamente qué causa el síndrome de las piernas inquietas. Se ha indagado que puede deberse a un problema con la forma en la que las células cerebrales utilizan la dopamina. Recordemos que la dopamina es un químico cerebral que ayuda con el movimiento muscular.

Además, el SPI puede estar relacionado con otras enfermedades y puede ocurrir con mayor frecuencia en personas que padecen enfermedad renal crónica, diabetes, deficiencia de hierro, Parkinson, neuropatía periférica y esclerosis múltiple.

También puede ocurrir en mujeres embarazadas, personas que usan ciertos medicamentos como bloqueadores de los canales del calcio, litio o neurolépticos, que han suspendido el uso de sedantes o que consumen cafeína.

 

Vía: Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares – EU, National Library of Medicine