Es sabido que los ambientes con ruidos intensos pueden afectar desde el oído hasta la salud mental de las personas expuestas. No obstante, el daño va más allá. A decir de Everardo Camacho y Claudia Vega Michel, académicos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), el ruido frecuente se vincula a cambios metabólicos en el organismo, mismos que terminan por apagar el sistema inmunológico.
De acuerdo con estudios académicos, las personas expuestas a ambientes sumamente ruidosos pueden sufrir males causados por virus y bacterias. Esto se debe al estrés crónico que provoca una sobredosis de ruido —más de 85 decibeles—.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron el papel de la hormona cortisol, la cual se concentra en la saliva y se eleva ante estímulos estresores. Según su estudio, el cortisol tiene una respuesta adaptativa que, ante el estrés, apaga nuestro sistema inmunológico. Es importante aclarar que este efecto negativo no ocurre ante situaciones esporádicas o un ruido estruendoso repentino, sino con situaciones crónicas.
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¿Por qué se ven afectadas las defensas del cuerpo?
Para funcionar correctamente, el sistema inmunológico requiere de mucha energía. Por su parte, el estrés genera un estado de alerta que también requiere altas dosis de vigor. Cuando nos sometemos a estrés crónico, el insomnio o el apagón inmunológico —ya sea el caso— aparece, permitiendo que virus y bacterias ingresen al organismo y lo ataquen.
Desafortunadamente, las ondas del ruido también provocan alteraciones en el corazón y el sistema circulatorio, según investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“Hay gente que cree que se habitúa y no es cierto; lo que pasa es que va perdiendo la audición y escucha menos ruido”, señalaron los expertos.
Lo recomendable es no escuchar la música a volúmenes elevados, así como cubrir los oídos con aditamentos que disminuyan el impacto de la estridencia —en caso de realizar actividades en lugares ruidosos—. De igual forma, es importante aprender a manejar el estrés.
Vía: Notimex
