A todo el mundo le gusta escuchar su música favorita a un volumen elevado; sin embargo, los sonidos muy intensos pueden provocar muchos daños en el organismo, como trastornos del sueño, problemas de comportamiento, deficiencia de aprendizaje, irritabilidad e, incluso, sordera.

A decir de Ema Luz Adriana Elizondo Ávalos, especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en Jalisco, tanto en el hogar, como en el trabajo y los espacios abiertos, las personas se exponen al ruido, mismo que puede afectarlas constantemente. En este sentido, es muy importante detectar y reducir fuentes de sonidos indeseables.

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¿Cuánto es demasiado?

De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana, un sonido en vía pública no debe superar los 55 decibeles. En cuanto a lugares restringidos, como bibliotecas y hospitales, lo máximo puede ser 30 decibeles.

Es recomendable cambiar los hábitos del día a día para proteger nuestra audición y disminuir el ruido ambiental, como dejar de utilizar el claxon y escuchar música a niveles moderados. Para quienes la exposición al ruido es parte de su trabajo, lo ideal es utilizar un equipo de protección adecuado, ya sean conchas o tapones auditivos.

“En primer lugar, hay que identificar la fuente de ruido y ver si se puede reducir o eliminar. Para las habitaciones hay una especie de colchoncitos que se encuentran en el súper y se ponen alrededor de la puerta para que no entre tanto ruido», estableció.

Recuerda que puedes iniciar los cambios desde casa. Cada uno de los cuidados que le des a tus sentidos te ayudará a conservarlos en buen estado hasta la tercera edad. Habla con los miembros de tu hogar y explícales los riesgos que conlleva el ruido intenso. Comienza a cuidarte a partir de hoy.

 

Vía: Notimex