Seguramente en alguna ocasión habrás llegado a escuchar el término ‘tendón de Aquiles’. Este hace referencia a un ligamento de nuestra zona inferior, el cuál puede llegar a romperse, ocasionando dolor, aunado que impide realizar actividades físicas que requieren esfuerzo.

Se conoce como tendón de Aquiles a una banda de tejido que baja por la parte trasera de la pierna inferior y que conecta a la pantorrilla con el talón. Rompérselo se refiere a sufrir un desgarro, completo o parcial, del tendón, lo cual deja al talón separado (total o parcialmente) de la rodilla.

La duración de la recuperación de este tipo de lesión varía dependiendo de si el paciente se somete a un tratamiento quirúrgico o no quirúrgico. La forma en que un médico trata la rotura del tendón de Aquiles depende, en su mayoría, del paciente mismo y de su nivel de actividad física.

“Los procesos de tratamiento dependen de la salud general, el nivel de actividad y la capacidad de seguir un protocolo de rehabilitación funcional del paciente”, apunta el doctor Jeffrey McAlister, cirujano de pie y tobillo en Sun City West, Arizona, Estados Unidos.

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De acuerdo con el doctor McAlister, lo más común es que los pacientes menos activos físicamente y con un mal estado de salud reciban un tratamiento no quirúrgico. Esto se debe a que los pacientes con este perfil no intentarán practicar deportes activos muy pronto.

Por lo general, el tratamiento no quirúrgico conlleva un largo periodo de rehabilitación y recuperación, de entre 9 y 12 meses, explicó el especialista.

En contraparte, “en los pacientes más atléticos y más jóvenes, la opción quirúrgica podría ser la mejor”, apuntó el doctor Michael VanPelt, cirujano de pie y tobillo. “Anticipamos que esos pacientes tienen unos tiempos de curación más reducidos”, agregó.

Los especialistas expusieron que, en general, el tendón de Aquiles se rompe porque le exigimos una contracción más allá de sus límites de elasticidad, porque realizamos una flexión dorsal del pie muy brusca con la rodilla estirada o porque estiramos la rodilla cuando el pie está en esa flexión dorsal.

 

Vía: Health Library