Las cremas aclarantes -también conocidas como aclaradoras o blanqueadoras- son un producto de belleza que ha ganado una popularidad desmedida durante los últimos años.

Entre sus principales promesas se encuentran aclarar la piel en cortos lapsos de tiempo, o bien, reducir la visibilidad de cicatrices o marcas de nacimiento. Su efectividad ha sido un tema de debate, sin embargo, lo cierto es que su uso inadecuado puede desencadenar riesgos a la salud integral, advirtieron autoridades sanitarias.

El problema con estos productos no son las cremas en sí, sino sus componentes. Además, dependiendo de para qué se usen, en qué parte del cuerpo y con qué frecuencia, pueden llegar a causar graves efectos secundarios, indicó el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés).

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De acuerdo con este organismo, la proporción de algunos de sus componentes puede representar un peligro para las personas que utilizan estos productos con frecuencia. Algunos de los ingredientes típicos en las cremas aclarantes que pueden suponer un riesgo a la salud en cantidades moderadas son:

-Mercurio.

-Hidroquinona.

-Corticosteroides.

“La composición es realmente la clave, ya que las cremas que se venden sin pasar un control legal no sabemos de qué están hechas”, expuso la doctora Emma Wedgeworth, dermatóloga y vocera de la asociación British Skin Foundation.

El uso de este tipo de productos debe hacerse únicamente bajo recomendación de un médico y siguiendo sus indicaciones de aplicación. No hacerlo de esta manera puede tener consecuencias graves en la salud, advirtió la especialista.

Riesgos

“Generalmente estos productos nunca deben aplicarse más de dos veces al día, y solo en zonas localizadas, nunca por periodos continuados superiores a 8 o 12 semanas”, expuso la doctora Wedgeworth.

No obstante, la mayoría de las personas que adquieren estas cremas lo hacen fuera del ámbito médico, por lo que las emplea de forma inadecuada: por tiempo continuado y en áreas del cuerpo muy extensas o peligrosas, como la cara o zonas cercanas a los ojos.

El NHS advierte que, algunos de los riesgos de utilizar estos productos de forma indebida, son:

1. Irritación e inflamación del área en la que se ha aplicado la crema.

2. Sensación de escozor, quemazón y piel escamada.

3. Disminución en el grosor de la piel.

4. Los vasos sanguíneos pueden hacerse mucho más visibles.

5. Aparición de cicatrices.

6. El hígado y el riñón pueden sufrir daños importantes.

7. Pueden causar daños en el bebé si se usan de forma inadecuada durante el embarazo.

 

Vía: BBC