Entrenar físicamente para conseguir un cuerpo más saludable debe ser tomado como un proceso, en el que cada sesión de ejercicio cuenta, pero también, cada descanso. Dar reposo al cuerpo es sumamente importante cuando de actividades intensas se trata. Si bien la fatiga asociada al ejercicio es considerada positiva, el dolor puede resultar malo y contraproducente.

«Es cuando se somete al cuerpo a trabajar en exceso y no se permite que tenga el tiempo de recuperación que necesita», resaltó Francisco Sánchez Diego, director del centro de entrenamiento Corpore 10.

¿Qué ocurre cuando no descansamos lo suficiente? Los músculos, tendones, ligamentos, cartílagos y huesos estructura del cuerpo están expuestos y reaccionan al estrés que causa el ejercicio.

Si el estrés aumenta rápidamente, el organismo no puede responder de manera efectiva y se produce una descomposición. En este momento el cuerpo requiere descanso, de ignorarlo, se produce un exceso de fatiga y estrés, lo que genera que una de las partes involucradas durante el ejercicio no responda al esfuerzo.

«A medida que el entrenamiento va avanzando, el dolor se va reduciendo porque el músculo se va calentando o la articulación se va lubricando, pero es un dolor que persiste y con el tiempo te obliga a parar», dijo.

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Recuerda, todo en exceso hace daño. Puedes ejercitarte o realizar tu deporte favorito y, por la tarde, realizar actividades físicas habituales, como tareas domesticas, salir a caminar, elegir las escaleras en lugar del elevador, entre otras.

No olvides cuidar tu alimentación. Cada hábito dentro de tu vida diaria mejorará o afectará la salud de tu organismo. ¡Tú decides!

 

Vía: BBC Mundo