Los aparatos electrónicos de entretenimiento son una gran herramienta para estimular la imaginación y creatividad. Sin embargo, podrían causar un problema de salud mental si su uso no es controlado, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además de generar ausentismo escolar, la adicción a los videojuegos tiene un fuerte vínculo con la presencia de ansiedad, depresión y dislexia en niños de entre 12 y 15 años de edad.

Recomendaciones

Es importante que los padres eviten este tipo de comportamiento en casa, debido a que es un problema que interfiere con la rutina diaria del menor y afecta su bienestar. Para detectarlo, se recomienda hacerse las siguientes preguntas.

  1.  ¿Tu hijo se ha retraído de los deportes u otras actividades que no implican juegos de video?
  2. ¿Ha disminuido el rendimiento académico de tu hijo mientras que el interés por los juegos aumenta?
  3. ¿Los videojuegos ocupan la mayor parte del tiempo libre del menor?
  4. ¿El niño presenta patrones de sueño alterados?

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Presta atención a las reacciones emocionales de tu hijo cuando no puede jugar. Expertos aseguran que la adicción a los videojuegos puede afectar significativamente su salud física. El resultado puede ser obesidad, presión arterial alta, problemas hepáticos y diabetes tipo 2. 

Si consideras que el pequeño presenta una adicción al juego, no dudes en consultar a un especialista en salud mental. Un profesional puede evaluar la situación y ofrecer asesoría. No olvides conversar con tu familia sobre el tiempo que pasan frente a las pantallas.

 

Vía: Notimex