Existen dos hábitos clave que pueden reducir el riesgo de fragilidad, especialmente en los adultos mayores: una alimentación equilibrada —enfocada a sus necesidades específicas— y actividad física regular, de acuerdo con un estudio publicado en la revista científica Journal of Cachexia, Sarcopenia and Muscle.

A decir de la investigación, realizada por científicos de la Universidad de Castilla-La Mancha, en España, la falta de actividad física tiene una gran influencia en el desarrollo de fragilidad en los adultos mayores.

Durante el estudio, las personas con un nivel bajo de actividad física moderada o vigorosa presentaron un mayor grado de fragilidad en los años siguientes, mientras que los comportamientos sedentarios no mostraron ninguna relación. “Curiosamente, nuestros resultados indican que el comportamiento sedentario no es un determinante de la fragilidad, sino más bien una consecuencia de la misma”, señaló el líder de la investigación, Asier Mañas.

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Recomendaciones

  1. Realiza actividad física moderada o intensa en etapas tempranas de tu vida. Esto se traduciría en una menor fragilidad con el paso de los años.
  2. Aliméntate sanamente. Si no sabes qué alimentos incluir en tu dieta, acércate a un especialista en nutrición y pide un plan personalizado de comidas.
  3. Visita a un médico si detectas síntomas de fragilidad, como cansancio, disminución del apetito, síntomas de depresión, entre otros.
  4. Evita el consumo de sustancias nocivas para tu salud. Beber alcohol o fumar puede deteriorar tu salud y acelerar el envejecimiento, provocando fragilidad.
  5. Mejora tus relaciones sociales. Disfrutar la compañía de las personas es vital para favorecer tu estado de ánimo, sin olvidar que te impulsará a salir de casa y evitar el sedentarismo

 

Vía: Notimex