Corazón, Diabetes, Embarazo, Obesidad y nutrición
Según publica la revista Nature, los esfuerzos actuales para prevenir el aumento de las enfermedades crónicas en todo el mundo , tales como enfermedad cardíaca y diabetes, no son del todo eficaces y aún queda mucho por hacer para proteger a las generaciones futuras.
Un equipo de investigadores de la Unviersidad de Southampton, en el Reino Unido, señala que se requiere de un mayor a poyo a las niñas y las mujeres jóvenes para que se sientan con mayor control de su vida y puedan así priorizar lo saludable a la hora de realizar sus elecciones alimenticias.
Investigaciones anteriores han demostrado que las elecciones y hábitos de las madres durante el embarazo pueden aumentar las posibilidades de que sus hijos desarrollen enfermedades crónicas más adelante en sus vidas. También hay datos que apuntan a que las madres que aumentan de peso excesivo durante el embarazo tienen un mayor riesgo de tener hijos con sobrepeso u obesidad. También se ha encontrado evidencia suficiente para sugerir que las mujeres necesitan tener una alimentación sana mucho antes del embarazo.
Por ello son importantes los esfuerzos para alentar a las niñas y mujeres jóvenes a comer de manera saludable. Sin embargo, estos esfuerzos, señalan los investigadores, no están funcionando y para lograr estrategias más efectivas es necesario empoderar a las mujeres para que tomen mejores decisiones alimenticias.
Sin embargo, apuntan, las intervenciones actuales para alentar a las niñas y mujeres jóvenes a adoptar mejores dietas están fracasando. “El enfoque de salud pública que se utiliza en la actualidad en los países industrializados de proporcionar a las mujeres información sobre la alimentación saludable parece que tampoco está funcionando”, señalan.
Sobre el gravar algunos tipos de alimentos consideran que es una cuestión complicada debido a las resistencias de algunos sectores, pues “el aumento del impuesto sobre los refrescos, por ejemplo, no está en los intereses de la industria o de los políticos , que son sensibles a las presiones de la industria y para un público que quiere refrescos baratos».
Ante este escenario, sugieren que la estrategia más eficaz sería apoyar a las mujeres para que puedan identificar las barreras que enfrentan para comer de manera más saludable y empoderarlas para que puedan llegar a soluciones propias.
Este enfoque, que tienen como objetivo aumentar la confianza de los ciudadanos a la hora de elegir y cocinar sus alimentos de manera saludable, se ha probado en EU, Canadá y Australia. Entre lo que se requiere para que funcione esta estrategia está un acceso garantizado a frutas y verduras, además de la implementación de campañas de los medios de comunicación locales para anunciar los beneficios de una alimentación saludable.
La Dra. Mary Baker, de la Universidad de Southampton y coautora del estudio, señala que «las mujeres jóvenes necesitan apoyo para hacer la elección de alimentos más saludables, pero también tenemos que trabajar con el gobierno y la industria para hacer la elección de alimentos saludables más fácil”.
“El reto para la salud pública es dejar de decirle a todos lo que deben y no deben hacer y en lugar de de ello empoderar a las mujeres, los políticos y las empresas de alimentos para generar consenso sobre lo que hay que hacer”, puntualizó.
Vía: Nature, Medical News Today
