La trombosis pulmonar, también conocida como embolia pulmonar, es una afección médica grave que ocurre cuando un coágulo de sangre bloquea una arteria en los pulmones, interrumpiendo el flujo sanguíneo. 

En la mayoría de los casos, este coágulo se forma en una vena profunda de la pierna y luego se desplaza hacia el pulmón, aunque en situaciones menos frecuentes puede originarse en otras partes del cuerpo.

Los síntomas de la embolia pulmonar pueden variar ampliamente dependiendo de ciertos factores, como la extensión del pulmón afectado y el tamaño de los coágulos. Sin embargo, los síntomas comunes incluyen falta de aire súbita, dolor en el pecho agudo que se agrava con la respiración profunda y desmayos. 

Otros síntomas pueden incluir tos con sangre, latidos cardíacos irregulares, mareos y fiebre.

Es importante buscar atención médica de inmediato si se experimenta alguno de estos síntomas, ya que la embolia pulmonar puede ser potencialmente mortal. Sin tratamiento, alrededor de un tercio de las personas con embolia pulmonar no diagnosticada no sobreviven. Además, las embolias pulmonares pueden conducir a complicaciones a largo plazo como hipertensión pulmonar crónica.

Causas y factores de riesgo

La trombosis pulmonar generalmente se produce cuando un coágulo de sangre se aloja en una arteria de los pulmones, bloqueando el flujo sanguíneo. Estos coágulos suelen originarse en las venas profundas de las piernas, un trastorno conocido como trombosis venosa profunda. 

Algunos factores de riesgo comunes incluyen antecedentes personales o familiares de coágulos sanguíneos, enfermedades cardíacas, cáncer, cirugía reciente, trastornos de coagulación, obesidad, tabaquismo, uso de estrógenos y embarazo.

Conoce más: ¿Cómo se puede prevenir la trombosis?

Prevención

La prevención de coágulos en las venas profundas de las piernas es crucial para prevenir la trombosis pulmonar. Esto puede lograrse mediante la administración de anticoagulantes, el uso de medias de compresión, la elevación de las piernas y la actividad física. Durante los viajes prolongados, es importante mantenerse hidratado, moverse con frecuencia y usar medias de compresión si se tiene un alto riesgo de trombosis.

El tratamiento de la embolia pulmonar generalmente implica el uso de anticoagulantes para disolver el coágulo y prevenir la formación de nuevos coágulos. 

 

Fuente: Mayo Clinic