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La Organización Mundial de la Salud (OMS) es clara: la obesidad y el sobrepeso son dos de los principales problemas de salud integral que enfrenta la población mundial. Y pese a que su principal detonante son inapropiados hábitos alimenticios, aspectos de la salud mental, como la ansiedad, también pueden ser un causante.

Aunque las causas del sobrepeso son muy variadas, las más comunes incluyen un estilo de vida sedentario, falta de ejercicio y/o actividad física, así como el consumo desmedido de alimentos con un alto contenido calórico que son ricos en grasa, diversas investigaciones han sugerido que la ansiedad es otro de los factores de riesgo para el desarrollo de sobrepeso y obesidad.

La ansiedad es una respuesta de anticipación involuntaria que tiene nuestro organismo frente a estímulos que pueden ser externos o internos (como pensamientos, ideas o imágenes) que son percibidos como amenazantes o peligrosos. Todas las personas llegamos a sentir ansiedad.

Sin embargo, según el nivel en el que esta se presenta, se puede caracterizar por una serie de síntomas físicos y mentales, como palpitaciones, taquicardia, sudoración, insomnio, sensación de falta de aire, movimientos constantes, falta de concentración y angustia.

De acuerdo con investigaciones, cuando nos sentimos ansiosos tendemos a comer más, y sobre todo alimentos de peor aporte nutricional.

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Los expertos señalan que, al encontrarnos en situaciones que nos provocan ansiedad, en nuestro cerebro se lleva a cabo toda una serie de cambios químicos. Es en estos momentos cuando los alimentos -especialmente los ricos en grasas- se convierten en un elemento que nos produce sensación de calma y satisfacción. Al tratarse de alimentos que tienen una mayor concentración calórica, son menos saciantes, por lo que nos generan la necesidad de comer en grandes cantidades.

Además, sentir ansiedad de forma constante suele provocar insomnio, lo que ocasiona que durante el día el organismo sienta la necesidad de ingerir una mayor cantidad de alimentos, generalmente también con alto contenido calórico.

Para combatirlo, expertos en salud recomiendan tratar de controlar los niveles de ansiedad. Para lograrlo, aconsejan llevar a cabo acciones como:

1 Detectar los momentos en los que nos sentimos ansiosos y tratar de evitarlos.

2 Buscar alternativas a la comida para reducir los síntomas de la ansiedad, como caminar, hacer ejercicio, leer, escuchar música, etc.

3 Aprender técnicas de relajación y descansar adecuadamente todas las noches.

 

Vía: Psicología y Mente