Si alguno de tus niños y/o adolescentes son más vulnerables al trastorno bipolar, la terapia familiar podría ayudarlos a mantenerse saludables durante más tiempo, así lo afirma un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), la Universidad de Colorado y la Universidad de Stanford, el cual evaluó a 127 niños y jóvenes de entre 9 y 17 años.

El trabajo, publicado en la revista JAMA Psychiatry, analizó dos tipos de tratamiento que retrasan los síntomas bipolares nuevos y recurrentes: la terapia centrada en la familia y la psicoeducación. La primera enseña habilidades de comunicación tanto a los pacientes como a sus familias, mientras que la segunda ayuda a desarrollar un plan para que los pacientes puedan manejar y enfrentar los síntomas.

Recordemos que el trastorno bipolar es una enfermedad mental que se diagnostica a través de patrones de estado de ánimo extremos y cambios de energía. Aunque no hay una cura, los medicamentos y la psicoterapia pueden ayudar a algunos pacientes.

Cabe mencionar que los jóvenes en el estudio tenían un alto riesgo de trastorno bipolar, ya que poseen antecedentes familiares de la afección. Al inicio del estudio, se observaron signos de alerta tempranos del trastorno, que incluyeron depresión y manía.

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¿Cómo reconocer el riesgo de trastorno bipolar?

Es posible que algunas familias no se den cuenta de que sus hijos corren el riesgo de desarrollar un trastorno bipolar, pues muchas veces piensan que son solo niños malhumorados, subrayó David Miklowitz, profesor de psiquiatría en la UCLA y autor del estudio.

El experto dijo que existen signos reveladores de la enfermedad, que incluyen:

  • Cambios repentinos en el estado de ánimo y en los niveles de energía
  • Irritabilidad
  • Sentirse cada vez más ansioso
  • Depresión al grado de que no pueden levantarse de la cama

«A menudo, estos niños son los que presentan trastorno bipolar dentro de las familias», afirmó Miklowitz.

¿Realmente funciona la terapia familiar?

El 77% de los jóvenes en terapia familiar se recuperaron de sus síntomas bipolares durante el estudio. Los síntomas no se repitieron durante un promedio de 87 semanas. En el grupo de psicoeducación, solo el 65% de los niños y adolescentes se recuperaron. El tiempo promedio de recurrencia de los síntomas fue de 63 semanas.

Con base en lo anterior, el doctor Christopher Schneck, profesor asociado de psiquiatría en la Universidad de Colorado y coautor de la investigación, recomienda la terapia familiar, ya que tanto en el hogar como en los entornos de atención médica, puede hacer una gran diferencia para disminuir el sufrimiento de estos niños y jóvenes.

 

Vía: Health Day News