Se conoce como ototoxicidad -o toxidad auditiva- al efecto nocivo que tienen en el sentido auditivo y/o de equilibrio las dosis elevadas de medicamentos para tratar enfermedades como el cáncer, infecciones u otros problemas de salud.

Este daño ocurre cuando un medicamento daña o deteriora el oído interno, que es la parte del oído responsable de recibir sonidos y de controlar el equilibrio.

Dicho daño puede ser de diversos grados, depende del tipo de medicamento que lo esté provocando, su dosis y durante cuánto tiempo se tome.

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La gravedad de la ototoxicidad varía en cada caso. Algunas personas pueden no tener pérdidas auditivas o tenerlas muy leves acompañadas de un leve ‘zumbido’ en los oídos. En cambio, otras personas pueden presentar graves problemas para mantener el equilibrio, así como importantes pérdidas auditivas.

Pero la buena noticia es que, cuando se detecta a tiempo, los especialistas en salud pueden impedir que los problemas empeoren.

¿Cuáles son sus síntomas?

La mayoría de las personas que experimentan un caso de ototoxicidad presentan algunos de los siguientes signos y síntomas:

-Habla limitada o pobre, o no hablar en absoluto (particularmente en el caso de niños pequeños).

-Presentar falta de atención.

-Problemas en la escuela o dificultades de aprendizaje.

-Necesidad de subir excesivamente el volumen del televisor o de la música.

-No responder a las conversaciones o contestar de forma inapropiada (los bebés y los niños que todavía no han aprendido a hablar no se sobresaltan ni giran la cabeza cuando oyen un sonido fuerte).

-Cuando está afectado el equilibrio, los niños se caen a menudo y presentan una sensación de inestabilidad y mareo que dificulta conductas como ponerse de pie, andar o subir escaleras sin caerse.

-En los casos más graves, la vista también puede quedar afectada y las personas afectadas pueden ver imágenes que rebotan, saltan erráticamente o que se ven borrosas cuando mueven la cabeza.

De acuerdo con expertos, los síntomas de la ototoxicidad pueden aparecer de repente tras un curso de tratamiento con fármacos, o bien manifestarse de forma gradual a lo largo del tiempo.

Consideraciones

La clave para superarla está en su detección precoz. Cuanto antes se diagnostique un caso de ototoxicidad, antes se podrá iniciar su tratamiento.

Se recomienda que ante la presencia de los síntomas antes mencionados cuando se esté tomando una dosis elevada de algún medicamento, se hable con un médico.

 

Vía: Kid’s Health