Aunque no es una afección que ponga en serio riesgo la salud integral, expertos afirman que se debe tener cuidado con la ‘enfermedad del beso’, especialmente aquellas personas que la padecen y practican un deporte de contacto de forma frecuente.

Se le denomina comúnmente como ‘enfermedad del beso’ a la mononucleosis. Se trata de una afección provocada por un virus la cual causa fiebre, dolor de garganta e inflamación de los ganglios linfáticos.

Si bien aquellos jóvenes deportistas que contraen esta afección buscan regresar a su actividad lo antes posible, una especialista recomendó que no se apresuren tanto, pues de hacerlo pueden poner en riesgo su bazo.

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El bazo es un órgano ubicado en el costado izquierdo, por arriba del estómago y debajo de las costillas. Se encarga de combatir las infecciones y mantener el equilibrio de los líquidos del cuerpo. También ayuda a controlar la cantidad de sangre del organismo y destruye las células envejecidas y dañadas.

¿Cuál es el riesgo?

Las personas que aún no se recuperan de un caso de mononucleosis y practican un deporte de contacto tienen un potencial riesgo de sufrir una ruptura de bazo, advirtió la doctora Lindsay Lafferty, médica primaria de medicina del deporte en Penn State Health, en Pennsylvania, Estados Unidos.

“Es raro (ocurre en menos de un 0.5% de los pacientes), pero un deportista [con la enfermedad] puede sufrir una ruptura de bazo sin advertencia en un plazo de 21 días tras el inicio de los síntomas”, señaló.

Esto se debe a que, junto con la fatiga extrema, el dolor de garganta, la fiebre y las glándulas inflamadas, la mononucleosis provoca un agrandamiento del bazo, explicó. Lo anterior puede ser peligroso para los deportistas, porque los impactos y la presión en el abdomen que ocurren durante muchos deportes de contacto pueden hacer que el bazo reviente, anotó.

“La tasa se reduce tras cuatro semanas, pero han ocurrido rupturas hasta ocho semanas después de que un deportista notara los primeros síntomas”, añadió.

Consejo

Para reducir este riesgo al máximo, Lafferty recomendó que las personas que practican un deporte de contacto y contrajeron la ‘enfermedad del beso’ esperen más tiempo para regresar a la actividad.

“Los deportistas podrían volver al juego sin contacto y a los ejercicios que no incluyan levantar pesas 21 días tras el inicio de la mononucleosis si sus síntomas han desaparecido, y pueden volver a jugar del todo tras 28 días”, aconsejó.

 

Vía: Health Day News