En la gran mayoría del país, nos encontramos en los inicios de un nuevo ciclo escolar, un escenario perfecto para que los padres de familia lleven a sus higos a realizar un examen de la vista, recomendó una especialista.

Es importante que, al iniciar un ciclo escolar, los padres lleven a los niños con un oftalmólogo para que les realice un examen de la vista, a fin de detectar algún posible problema de salud visual, destacó Diana González Guajardo, oftalmóloga del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

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La importancia radica principalmente en que, de detectarse alguna anomalía en la salud visual de los pequeños, se pueda intervenir a tiempo, evitando consecuencias graves en el futuro.

Posibles consecuencias

En caso de que un menor requiera lentes y no le son proporcionados, o no usa unos con la graduación adecuada, puede llegar a tener problemas como:

-Bajas calificaciones.

-Distracciones frecuentes durante las clases.

-Mala conducta en el aula.

De acuerdo con la especialista, la mayoría de los niños en edad escolar pueden llegar a presentar problemas de visión de tipo refractivo, los cuales se corrigen mediante el uso lentes. No obstante, un pequeño porcentaje pueden presentar alguna enfermedad, como:

-Catarata congénita.

-Glaucoma.

-Estrabismo.

-Tumores intraoculares.

De ahí la importancia de realizar un examen de la vista, pues de detectarse, estos problemas de salud visual deben ser tratados inmediatamente, resaltó González Guajardo.

Recomendaciones

1. Solo un oftalmólogo es el especialista indicado para realizar el diagnóstico preciso de algún padecimiento en los ojos. Llevar a los niños a una óptica para que se les haga el examen de la vista puede ser útil para detectar defectos visuales que se resuelven con el uso de lentes, pero no para detectar otros problemas que pueden ser la causa de una mala visión.

2. En caso de que así lo requiera el menor, el uso de lentes tiene que ser constante y el niño debe acostumbrarse a utilizarlos todo el día, para hacerlo parte de su rutina.

3. Cada seis meses, o más tardar al siguiente año, se debe realizar un nuevo examen, para saber si el menor requiere algún ajuste en la graduación de sus anteojos.

 

Vía: Notimex