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Si padeces diabetes, seguramente pasas mucho tiempo pensando en los azúcares y los carbohidratos que consumes en tu dieta. Pero al igual que las demás personas, también debes tener cuidado con las grasas. Demasiada grasa puede poner en peligro tu corazón y hacer que tu diabetes sea más difícil de controlar. No obstante, recuerda que no todas las grasas son iguales. Si bien las grasas en el tocino frito y el helado se han ganado su reputación poco saludable, otros tipos de grasa pueden ser realmente buenas para ti, siempre y cuando no comas demasiado. Comprender la diferencia entre las grasas buenas y las malas es un paso importante hacia una alimentación y una vida saludables.

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¿Por qué cuidar tu consumo de grasas?

Tu cuerpo requiere grasa. Las grasas forman las membranas que rodean las células y son una fuente importante de energía. Pero como persona con diabetes, querrás asegurarte de que las grasas de tus alimentos no dañen tu salud. Las enfermedades cardíacas y los eventos cerebrovasculares son la principal causa de muerte para las personas con diabetes, y las grasas en tu dieta tienen un impacto directo en tu corazón. El tipo correcto de grasas puede ayudar a reducir la presión arterial, fomentar ritmos cardíacos saludables y prevenir coágulos de sangre, e incluso pueden ayudar a mantener bajo control tu azúcar sanguínea.

 

Vía: Health Day News