Debido a que la diabetes suele afectar la circulación, es posible desarrollar neuropatía, lo que hace que una persona sea más susceptible a las infecciones. Por ello, si padeces dicha enfermedad, debes estar más consciente de llevar un cuidado adecuado de tus pies para mantenerlos saludables. A continuación te mencionamos algunas pautas para lograrlo, cortesía del doctor Charles Marchese, podólogo en el Wound Center del Bayshore Medical Center, en Nueva Jersey (Estados Unidos):
- Inspecciona tus pies diariamente para detectar cualquier malformación.
- Lávate los pies a diario, asegurándote de usar agua tibia.
- (Nunca uses agua caliente y siempre verifica la temperatura con las manos antes de entrar).
- Después del baño, asegúrate de secarte bien los pies.
- Hidrata los pies (no entre los dedos).
- Nunca cortes callos o callosidades en casa.
- Nunca uses productos de venta libre sin antes consultar a tu médico.
- Usa siempre calcetines limpios y secos y zapatos que te calcen bien.
- Siempre revisa tus zapatos para asegurarte de que no haya residuos en el interior antes de ponértelos.
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¿Cuándo debes buscar ayuda de un podólogo?
Las personas con diabetes deben programar visitas periódicas con su médico para asegurarse de que están inspeccionando sus pies correctamente y de que no se desarrollen heridas ni persistan.
“La mayoría de los pacientes que atendemos vienen para recibir tratamiento después de que una herida ha estado presente durante algún tiempo, esta demora en la atención puede afectar negativamente su curación y agregar un curso de atención complicado”, señaló Marchese. “Veo sobre todo heridas crónicas que se vuelven difíciles de curar debido al retraso en la derivación. Todos los médicos pueden tratar heridas, pero no todos los médicos están capacitados para tratar úlceras u otras heridas abiertas, por lo que es fundamental que cuando se desarrolle alguna de estas lesiones, se busque la orientación de un especialista en el cuidado de heridas. Cuanto antes lleguen los pacientes, mejor será el resultado».
