Un médico puede recomendarte una prueba de tolerancia a la lactosa si sospecha que tienes un problema para digerir la lactosa de los productos lácteos.

La lactosa es el azúcar que se encuentra en la leche y en sus productos derivados. El intestino delgado necesita la enzima lactasa para descomponer la lactosa. En la intolerancia a la lactosa, es probable que sientas malestar cuando comes o bebes algo que contiene dicha azúcar debido a que no tienes suficiente enzima lactasa.

Los síntomas de la intolerancia a la lactosa pueden incluir dolor abdominal, hinchazón, gases y diarrea.

La prueba consiste en recolectar una serie de muestras de aliento exhaladas en un colector, o una serie de muestras de sangre extraídas de tu brazo.

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Una prueba de aliento de hidrógeno es el procedimiento más común, según lo indica la Asociación Americana de Química Clínica. Los niveles de aliento de hidrógeno aumentan después de que te den una bebida cargada de lactosa. Si las muestras tienen altas cantidades de hidrógeno, es probable que seas intolerante a la lactosa.

Un segundo procedimiento, un análisis de glucosa en sangre, evalúa si los niveles de azúcar sanguínea aumentan con el consumo de lactosa. Si no se presenta un aumento significativo y una persona tiene los síntomas descritos anteriormente, es probable que se deba a intolerancia a la lactosa.

Se debe tener cuidado al interpretar los resultados de esta prueba en personas con diabetes, advierte la asociación.

 

Vía: Health Day News / National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases